Son ya muchas las ocasiones en las que varios clientes se encuentran en la misma situación: “Estoy harto, cada tweet que escribo, cada artículo o noticia en la que salgo referenciado, es automáticamente comentado con infinidad de mentiras, estoy desesperado, no sé qué puedo hacer. He probado a bloquearle pero inmediatamente abre tres o cuatro perfiles nuevos, también he intentado hacerle entrar en razón pero no he conseguido nada.” El relato de los hechos es siempre muy parecido, sin embrago la víctima no responde a ningún tipo de patrón común; empresas, personajes públicos, personas anónimas, menores de edad…En estos tiempos en los que parte de nuestras vidas se ve expuesta en las redes sociales, todos podemos ser víctimas de un hater. ¿Debemos permitir este tipo de conductas como una parte inherente a las redes sociales? ¿Existen medidas que nos protejan de forma efectiva frente al ciberacoso? Pues bien, la norma que tipifica este tipo de conductas existe y debería protege