YouTube ha anunciado recientemente que dejara de utilizar Adobe Flash como su reproductor de vídeo web por defecto, por el contrario será HTML5 el que lo sustituya. HTML5 será a partir de ahora el formato estándar para los vídeos en este servicio en los navegadores Chrome, Internet Explorer 11, Safari 8 y las versiones beta de Firefox.
En este
cambio, el objetivo de YouTube es ofrecerle mayor flexibilidad a los
desarrolladores, y consumidores y aportar un beneficio que para los ingenieros
se extiende "más allá de los navegadores web".
YouTube
ya comenzó a hacer pruebas con H con
este formato en 2010, aunque en aquel momento consideró que era limitado, por
lo que no lo convirtieron en su plataforma de cabecera. A medida que
ha ido pasado el tiempo, HTML5 ha ido mejorando y cogiendo más fuerza. De acuerdo con el ingeniero de Google
Richar Leider, "ha llegado el momento de deshacerse de Flash
por envejecimiento en favor de HTML5, que se utiliza actualmente en las smart
tv y otros dispositivos de transmisión".
En su
argumento menciona cinco avances que han hecho de HTML5 la mejor opción para el
streaming de vídeo: Adaptive Bitrae, una técnica que permite que la calidad de
la imagen se adapte a la conexión que está utilizando el usuario en cada
momento; el códec VP9, que da una mayor resolución de vídeo reduciendo el ancho
de banda necesario en un 35%; más opciones de encriptado; mejoras en la emisión
de vídeos en directo y la opción de reproducir a pantalla completa.
Un
abandono que empezó Steve Jobs
Este
movimiento es un paso más hacia el fin del la tecnología Flash. El movimiento
del servicio de vídeos en streaming sigue otros anteriores tomados por otros
actores relevantes en la escena, como Netflix o Vimeo.
La era
móvil es sobre dispositivos menos potentes, interfaces táctiles y estándares
web abiertos, áreas todas donde Flash se queda corto
Pero el
primer paso, al menos el primero significativo, no lo dio otro que Steve Jobs.
En 2010, Apple dejaba la tecnología Flash fuera de sus dispositivos, alegando en una carta de su fundador que se trataba de un
producto creado en la época del PC, quedándose corto en prestaciones para otro
tipo de aparatos. "La era móvil es sobre dispositivos menos potentes,
interfaces táctiles y estándares web abiertos, áreas todas donde Flash se queda
corto".
No se
trataba, aseguró Jobs, de una decisión basada en cuestiones empresariales sino
tecnológicas. Flash era un producto cerrado, propiedad de Adobe. Es cierto que
Apple también era dueña absoluta de muchos de sus productos, pero su fundador
defendía en aquella carta que todos los estándares web debían ser abiertos.
"HTML5, el nuevo estándar web adoptado por Apple, Google y muchos otros,
permite a los desarrolladores crear gráficos, tipografías, animaciones y
transiciones sin depender de plugins de terceros".
Igual
que lo hizo Apple en ese momento, otros servicios han ido renunciando a
utilizar este sistema (solo el 11,9% de las webs lo utilizaban en enero de este
año según datos aportados por W3Techs y mencionados por Xataka).
La propia Adobe redujo poco a poco el soporte para su producto, y en agosto de
2014 lanzaban Edge, una plataforma de animación basada en HTML5.
Aún
quedan algunos servicios importantes, como Amazon o Flickr que se apoyan en
parte en esta tecnología, pero la renuncia de YouTube es un duro golpe y puede
ser el definitivo para la desaparición de una tecnología que nació con la
promesa de hacer la web animada e interactiva y que hoy se ha visto sobrepasada
por un entorno que necesita herramientas más ágiles y ligeras.
Fuente: http://www.elconfidencial.com
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